A ti, que estás en cada lágrima, en cada beso, en cada palabra, en cada sueño no alcanzado.
A ti, que con tus ojos de luciérnaga enciendes cigarros, y avivas noches de locura sin demencia.
A ti, que nunca dormías, que te quedabas despierta, espectando mis sueños.
A ti, que con tu sonrisa de jardín siembras de carcajadas el mar.
fragmento 9
Abrazados, el mundo se olvida.
Separados, es momento final.
Sin ti, ¡para qué la vida!
Contigo, por tu amor y tus heridas, quisiera hacerme inmortal.
fragmento 8
Yo erguido, tú entre mis brazos.
Me extrañas, bajo tierra, encaletada, sudorosa, llena de grasa, loca por reventar suspiros, enmohecida, intranquila.
¿Cómo estamos?
Mis manos vacías, tú sin mis manos que te completen, tú y yo absurdos, necios, golpeando mesas con dedos ajenos, o al revés, conquistadores de auroras, ávidos, sedientos de libertad…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta libremente sobre el contenido de esta página. Gracias por hacerlo.